A raíz de la pandemia que ha paralizado al mundo entero, el panorama del sector gastronómico y hostelero no es muy alentador al día de hoy.
Desde pequeños comedores, cafeterías, food trucks, caterings, hasta grandes cadenas de restaurantes y bares, en fin, todo negocio dedicado a ofrecer servicios de expendios de alimentos y bebidas, desde ya están experimentando los infortunios que ha ocasionado el nuevo coronavirus, COVID-19.
Y es que diversos factores han influido en esta situación adversa en la que se encuentran, no sólo los restaurantes, sino también los hoteles. Analizando algunos puntos podemos enumerar los sgtes.:
-La declaración del coronavirus como pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual llevó desde el 11 de marzo a extremar ciertas medidas en América que incluyen al sector gastronómico y hostelero, como son la reducción de los horarios de servicios y la limitación del número de colaboradores y comensales en los establecimientos.
-El incremento del número de contagiados a nivel mundial, que al 31 de Marzo asciende a más de 826.250 casos confirmados y la cifra lamentable de 40.712 fallecidos en todo el mundo.
-El pánico colectivo y la desconfianza generada en las personas que, desde antes de que la OMS declarara la pandemia, se hicieron presente en las decisiones de las personas que se han cohibido de adquirir los servicios de alimentos, bebidas y hospedaje.
-El cierre de restaurantes por un periodo de 15 días, con la alternativa de autoservicio y delivery, tal como decretó el primer mandatario, Lic. Danilo Medina, el pasado 18 de marzo.
-La reducción del personal de planta y disminución de la jornada laboral en todas las empresas.
-La incertidumbre en el aspecto económico sobre la rentabilidad del negocio y, por supuesto, sobre el estado laboral de los empleados, colaboradores, suplidores y todos los actores del sector gastronómico y turístico.
-La masiva suspensión de vuelos: si no hay vuelos no hay turistas, lo que ha llevado, consecuentemente, al cierre de la mayoría de los hoteles y complejos turísticos debido a una ocupación cero que presentan en estos momentos.
Y así, la lista se hace más larga…
Las preguntas son cada vez más y las respuestas son prácticamente inexistentes.
No cabe duda que el sector gastronómico y turístico se encuentran en peligro. La industria está pasando por un momento amargo del que le costará tiempo, esfuerzos económicos y sacrificios para recuperarse.
Los países bañados por las aguas del Caribe como República Dominicana, caracterizados por poseer un incremento considerable en las actividades turísticas, han sido fuertemente golpeados por las consecuencias de la pandemia, y desde ya están sufriendo daños colaterales en uno de los sectores más importantes para su economía como lo es el turismo y todo lo que concierne a este.
Esta industria proporciona aproximadamente un 40% del total de divisas que entra al país. Pero la realidad es que estos números cambiarán (y no de manera positiva) gracias al paso agresivo que va cobrando la pandemia del nuevo coronavirus, la cual ha ocasionado que las actividades turísticas y comerciales en general, se encuentren en un estado de incertidumbre.
Cuando apenas nuestro país se estaba recuperando de la mala propaganda mundial que se difundió mayormente en los Estados Unidos de América, el pasado año, estamos sufriendo nueva vez un gran golpe a la industria turística, el motor que mueve la economía del país, que se verá inevitablemente paralizado.
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