Los Hermanos Guillėn son símbolo de la cerámica taína en Yamasá donde llegaron desde Elías Piña.
Allí, en La Cuesta del Jobo, encontraron fuego y barro que eternizan en cada pieza de cerámica, réplicas del arte taíno. En 1989 abrieron su taller. En su prolífica obra encontramos réplicas de petroglifos y pictografías, cemíes y duhos. En su proceso de creación, la investigación es parte importante. De ahí que han hecho estudios de los petroglifos y pictografías de las cuevas de Los Haitises, de Gorjón, del Pomier, de las Maravillas y del Chacuey, entre muchas otras. Todas las piezas son elaboradas a mano y quemadas en fuego. Para impermeabilizar las figuras y darles brillo, los Hermanos Guillén extraen la cera virgen de las abejas, la llevan a baño de María hasta lograr la consistencia deseada y como barniz la aplican a sus creaciones. La vocación de servicio comunitario ha convertido el taller de los Hermanos Guillén en una escuela y museo del arte taíno. Niños, jóvenes y adultos aprenden, pintan y crean sus propias piezas. Sus obras se venden en todas las zonas turísticas dominicanas, en Europa y Estados Unidos. La mejor cerámica que cuecen cada día es quizás que Jesús, Ramón, Manuel y Esteban son un ejemplo de unidad y energía familiar. Desde el gobierno de Danilo Medina celebramos que así sea. #SomosDeBarrio |
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