CONCIENCIA TURÍSTICA Y RECURSOS HUMANOS
Por: Andrés Deveaux
Por: Andrés Deveaux
Los factores principales para alcanzar el pleno desarrollo del turismo en la República Dominicana tienen su base de sustentación en el apoyo del Estado a todas las iniciativas de los inversionistas del sector.
1.- Estímulo y desarrollo de una infraestructura via de calidad en los polos de desarrollo previamente definidos por el Estado.
2.- Sacrificio fiscal y un orden regulatorio que impida la improvisación y distorsión.
3.- Formación de Recursos Humanos.
4.- Planta hotelera de calidad.
5.- Conciencia Turística.
6- Campaña promocional conjunta de los sectores público y privado y un largo y necesario etcétera.
1.- Estímulo y desarrollo de una infraestructura via de calidad en los polos de desarrollo previamente definidos por el Estado.
2.- Sacrificio fiscal y un orden regulatorio que impida la improvisación y distorsión.
3.- Formación de Recursos Humanos.
4.- Planta hotelera de calidad.
5.- Conciencia Turística.
6- Campaña promocional conjunta de los sectores público y privado y un largo y necesario etcétera.
De nada nos vale fijarnos metas de grandes recepciones o flujos de turistas si no tenemos conciencia del aporte que en todos órdenes produce el turismo, sobre todo, en el aspecto de creación de empleos y generación de divisas.
Por eso, a través de las campañas educativas y de orientación, se puede lograr éste objetivo.
Uno de los grandes defectos que todavía cargamos, es la mala calidad de la enseñanza, aunque hay iniciativas par a mejorarla, lo que obstaculiza la eficacia de las campañas de concienciación.
Si queremos vivir del turismo, la preparación plena de todos los actores de esa noble actividad obliga preparación y conciencia.
Parece mentiras y es verdad, que a pesar de las grandes inversiones en el sector, sigue siendo una industria débil, pues una mala imagen que se proyecta del país destino impacta negativamente y puede hacer que colapse la denomina industria sin chimenea, por lo cual, debemos ser prudentes en nuestras actuaciones, impidiendo que la "gallina de los huevos de oro" sea sacrificada por acciones irreflexivas que dañen la imagen del destino país.
Esta es la parte más vulnerable. Por eso, se requiere que la prestación de los servicios sea de excelente calidad.
Cuando un turista repite su visita es por la calidad del servicio y el trato amable y cordial que se le ha dispensado.
Apostar a la excelencia no es una quimera. Es algo realizable. Lo tenemos es que poner de nuestra parte y vendernos bien en los mercados emisores.
La calidad de la gastronomía es algo seductor y atractivo.
Gracias a Dios en el país, contamos con reputados chefs especializados en cocina internacional y criolla de una calidad incuestionable y eso es parte de nuestra carta de presentación gastronómica.
Creo oportuna y valiosa la posición del periodista Juan Modesto Rodríguez con respecto a éste tema, que no es una clarinada, sino un acto de conciencia para que se proteja al sector más dinámico en la generación de divisas y empleos directos e inducidos de la República Dominicana.
De ahí, me suscribo a su orientación, tomando en cuenta el valioso aporte que ofrece al sector y al país.
En la medida que hacemos conciencia turística, aportamos al desarrollo integral de la economía del país.
Por eso, a través de las campañas educativas y de orientación, se puede lograr éste objetivo.
Uno de los grandes defectos que todavía cargamos, es la mala calidad de la enseñanza, aunque hay iniciativas par a mejorarla, lo que obstaculiza la eficacia de las campañas de concienciación.
Si queremos vivir del turismo, la preparación plena de todos los actores de esa noble actividad obliga preparación y conciencia.
Parece mentiras y es verdad, que a pesar de las grandes inversiones en el sector, sigue siendo una industria débil, pues una mala imagen que se proyecta del país destino impacta negativamente y puede hacer que colapse la denomina industria sin chimenea, por lo cual, debemos ser prudentes en nuestras actuaciones, impidiendo que la "gallina de los huevos de oro" sea sacrificada por acciones irreflexivas que dañen la imagen del destino país.
Esta es la parte más vulnerable. Por eso, se requiere que la prestación de los servicios sea de excelente calidad.
Cuando un turista repite su visita es por la calidad del servicio y el trato amable y cordial que se le ha dispensado.
Apostar a la excelencia no es una quimera. Es algo realizable. Lo tenemos es que poner de nuestra parte y vendernos bien en los mercados emisores.
La calidad de la gastronomía es algo seductor y atractivo.
Gracias a Dios en el país, contamos con reputados chefs especializados en cocina internacional y criolla de una calidad incuestionable y eso es parte de nuestra carta de presentación gastronómica.
Creo oportuna y valiosa la posición del periodista Juan Modesto Rodríguez con respecto a éste tema, que no es una clarinada, sino un acto de conciencia para que se proteja al sector más dinámico en la generación de divisas y empleos directos e inducidos de la República Dominicana.
De ahí, me suscribo a su orientación, tomando en cuenta el valioso aporte que ofrece al sector y al país.
En la medida que hacemos conciencia turística, aportamos al desarrollo integral de la economía del país.
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